INGREDIENTES:
- 200 gr de harina normal
- 30 gr de maicena
- 90 gr de azúcar glas
- 80 gr de mantequilla
- 8 gr de levadurina
- 50 gr de nata para montar con una materia grasa de 35 %
- 1 vaina de vainilla (yo puse media vaina)
- 1 huevo pequeño
PREPARACIÓN:
Pon en un bol la harina, la harina de maicena, azúcar glas y levadura, remueve bien todos los ingredientes. Añade la mantequilla cortada en trocitos y mezcla con la punta de los dedos hasta obtener una mezcla granulosa.
Agrega la nata y las semillas de la vaina de vainilla. Amasa un poco con las manos. Bate ligeramente el huevo y añádelo a la masa. Amasa unos segundos en el bol, luego, traslada la masa a la encimera. Trabaja lo justo, hasta obtener una masa lisa y uniforme. Envuelve en film transparente y deja reposar en el frigorífico mínimo 30 minutos.
Transcurrido el reposo espolvorea la encimera con un poco de harina y extiende la masa con un rodillo hasta unos 6 - 8 mm de grosor. Corta las galletas con un cortador redondo de unos 6 cm y haz el agujerito del centro con un tapón pequeño (de una botella, yo lo hice con la tapa de un bote de lacasitos). Coloca las galletas con cuidado en una bandeja cubierta con papel de hornear.
Hornea en horno precalentado a 180º durante 5 minutos o hasta que las veas ligeramente doradas. Retira del horno y deja enfriar antes de manipularlas. Cuando estén bien frías guardaras en una caja hermética o en un bote de cristal con buena tapa.
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Yo también te ayudaría a preparar estas galletas si el premio va a ser comerte un par de ellas al menos, y ya puestos, un chocolate iría de perlas para acompañarlas. Siempre nos dejas algo dulce y riquísimo para el finde, debería hacerlas.
ResponderEliminarUn beso.
Esther, no me extraña que a tu Mario le vuelvan loquito estas galletitas, a mí me han recordado a las que mi madre compraba cuando eramos chicas, eran esas rosquillas con "azuquita" por encima y con un sabor a infancia delicioso, seguro que él lo recordará cuando sea grande, porque estas cosas que las abuelas y las madres hacen con tanto cariño, se quedan grabadas en la memoria.
ResponderEliminarBesos y disfruta un buen fin de semana guapa.
Tu nieto Mario estará encantadísimo con su abuela Esther, con tanto mimo y Amor que le regalas. Estos pequeños detalles, los niños cuando crecen lo recuerdan de por vida. Felicidades Esther, en serio.
ResponderEliminarHicistéis unas galletas con una forma muy chula y que tienen una pinta deliciosa.
Que pases un bonito finde.
Esther me estoy relamiendo con esas galletas tan deliciosas que has preparado ,me estoy imaginando ese sabor a nata ......que ricura ¡¡¡
ResponderEliminarBesitos¡¡
Ay Esther, que me pierdo con estas galletas. Tengo en pendientes las galletas de concha de vieira y me traes esta ricura, jajaja. Cuando hago primero, que dilema por favor y yo que tengo poca paciencia para esperar cuando se trata de galletas, ay,ay que me veo haciendo las dos recetas juntas jajaja.
ResponderEliminarUn besito y feliz viernes corazón.
Seguro que a tu Mario le encanta meter las manitos en la masa a mi nieto pequeño les chifla, en casa esta clase de galletas nos encantan (como a tu Mario) poco duran o nada, me las quedo ... Bikiños
ResponderEliminarA quien no le gustan estas galletas? A mi nieto le encanta hacer galletas conmigo y no sé quién disfruta más si el o yo. Con un chocolate caliente y unas pocas de estas galletas me doy por contenta. Besinos wapa
ResponderEliminarNada como unas buenas galletas caseras, sobre todo si son como estas que nos muestras, ricas!
ResponderEliminarBesos
Hola Esther,
ResponderEliminarQué buena pinta tienen tus galletas, no me extraña que a tu nieto le gusten. Seguro que además de dar buena cuenta de ellas, te ayudó a hacerlas, porque por lo general a los niños les gusta ayudar con este tipo de recetas y se prestan mucho a ello, porque es como si estuvieran trabajando con plastilina, pero más divertido, porque luego comen aquello a lo que dieron forma.
Lástima no poder llevarme un par de tus galletas para el desayuno de mañana, con un café con leche sentarían de maravilla.
Un beso, guapa. Feliz domingo.
Hola Esther, te han quedado unas galletas divinas¡¡¡¡ a los niños les encantan y seguro que a tu nieto le gustarán muchisimo, como a todos los que las hemos visto. Me encantaría poder saborearlas, media docena me iría de maravilla. Besos,
ResponderEliminar¡¡Hola Esther!! Qué chulas te han quedado las galletas, y hechas la forma con una tapa de un bote de Lacasitos, y mira qué bien han quedado, parece que tienes un cortador de lo más profesional, y nada de eso. Ideal para la merienda, con un café o una infusión, para matar el gusanillo a media tarde. Con un vaso de leche para mí, pues en las meriendas soy como los niños, ja, ja, así que entiendo a tu Mario perfectamente. Besitos.
ResponderEliminarHola Esther, qué bonitas que te han quedado las galletas, se ven buenísimas y súper apetecibles. A la hora del café me apetecen mucho. Un beso.
ResponderEliminarHola, yo también estaría dispuesta a ayudar y a esperar a que estuvieran terminadas para disfrutar de algo tan rico. Un beso
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