Otra manera de preparar esta rica cebolla, sin vinagre, si os digo la verdad me gusta de todas formas. Para acompañar carnes, quesos etc... es ideal.
- 1 kilo de cebollas
- Sal
- 1 1/2 cucharada de azúcar moreno
Pela y lava las cebollas, sécalas y córtalas en juliana, mejor si tienes una mandolina para que las láminas sean todas del mismo grosor.
Pon una sartén con un chorrito de aceite al fuego, cuando esté caliente agrega la cebolla y un poco de sal. Rehoga a fuego medio-bajo, y removiendo de vez en cuando hasta que esté bien blandita y transparente, unos 20 minutos más o menos.
Añade el azúcar y remueve seguido con cuidado, hasta que se caramelice. No dejes de remover y estate atenta, ya que si te despistas puede que se pase de punto y no sirva para nada. Al añadir el azúcar estate cerca de ella sin sacarle ojo.
Yo la hago sin azúcar, tan solo confitada en su propio jugo a fuego muy lento, queda muy rica también. Pero no quiero desmerecer la tuya que es buenísima y se puede utilizar en cantidad de preparaciones, todas estupendas.
ResponderEliminarFeliz finde. Un beso.
Yo siempre la hago sin vinagre y casi siempre sin azúcar, deliciosa!!! Buen fin de semana! Besiños.
ResponderEliminarYo nunca la hago con vinagre, se ve muy rica.
ResponderEliminarbesos
La verdad que da mucho juego, a mí me encanta. ¿sabes? la uso mucho cuando hago hígado a la plancha, queda un plato exquisito.
ResponderEliminarDeliciosa.
Besotes
Me pirra la cebolla en todos sus ámbitos! jajaja y así de esta manera uhmmm, te ha quedado estupenda! Besines y feliz domingo!
ResponderEliminarA mi Esther me gusta con y sin vinagre, es perfecta para acompañamiento de cualquier carne.
ResponderEliminarUn besito
Te acabo de descubrir !!!! tienes un blog muy guay
ResponderEliminarQué rico!!! solo de verlo ya me apetece comermelo ;)
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