TARTA HELADA AL WHISKY CON YEMA TOSTADA

Una tarta o torta helada es tanto un helado con forma de tarta como una tarta hecha con helado y pastel, en capas alternas o mezclados, formando una sola pieza. Esta en concreto es una tarta que me encanta, mi madre la solía comprar para los postres del domingo, a ella la pastelería no le tiraba nada y la compraba. Ahora la hago yo y os aseguro que no tiene color, como lo casero nada de nada, cada vez me doy más cuenta. Meterse entre cacharros es un poco engorroso, aunque el resultado bien merece la pena. Prueba y veras de lo que hablo.

INGREDIENTES:

• 1 plancha de bizcocho
• 10 gr de gelatina en polvo
• 4 huevos
• 3 yemas
• 225 gr de azúcar
• 80 ml de leche
• 50 gr de azúcar glas
• 100 ml de whisky 
• 525 ml de nata para montar
• 15 gr de maicena
• Azúcar moreno

PREPARACIÓN:

Hidrata la gelatina en 3 cucharadas de agua fría.

Casca los huevos separando las yemas de las claras. Coloca las primeras en un cazo con 20 gr de azúcar y la leche, y cuece, removiendo, hasta que espese. Aparta la crema del fuego y mézclala con la mitad del whisky y la gelatina. Deja templar.

Monta las claras a punto de nieve firme con 80 gr de azúcar, separa la cuarta parte de este merengue, y mezcla el resto con la crema de whisky. Monta 300ml de nata con el azúcar glas, y añádela también a la crema. Reserva en la nevera.

Dispón en un cazo 50 gr de azúcar el whisky restante y 100 ml de agua. Lleva a ebullición y cuece unos 5 minutos, hasta obtener un almíbar ligero. Retira del fuego y deja enfriar. Mientras bate125 ml de nata con 25 gr de azúcar. Agrégale el merengue reservado y mezcla muy bien.

Corta un rectángulo de bizcocho del mismo tamaño que el molde. Vierte la crema de whisky en el fondo del molde, cúbrela con la nata batida y coloca encima el bizcocho. Congela la tarta 12 horas. Desmóldala  y vuelve a dejar en el congelador.

Bate las tres yemas con la maicena, el azúcar restante y 100 ml de agua en un cazo. Cuece la mezcla, sin dejar de remover, hasta que espese. Retira y deja enfriar del todo. Saca la tarta del congelador y cúbrela con la crema de yema. Espolvoréala con azúcar moreno y quema este con un soplete de cocina. Monta el resto de la nata y termina de decorarla con unos rosetones.

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